Guía rápida de las fibras textiles (III)

FIBRAS VEGETALES



El *cáñamo* es la fibra natural de mayor resistencia conocida. Y esta ha sido, hasta hace poco, su peculiaridad más característica. Aunque hay referencias históricas sobre la utilización del tejido de cáñamo para la indumentaria que datan del 450 a.C., es especialmente conocido por sus aplicaciones para la fabricación de cuerdas y paracaídas. Levi’s fue la primera gran marca que lo incorporó a las prendas de vestir empleándola en sus tejanos (pensados para durar en condiciones de trabajo extremas).

Sin embargo, desde los 90, se la empieza a señalar como una de las fibras con menor impacto ambiental, por lo que comienza a ser utilizada por grandes marcas como Armani, Óscar de la Renta, Patagonia, Calvin Klein, Nike, Converse... Se trata de un cultivo que crece sin necesidad de plaguicidas, ni otros productos químicos; se regenera fácilmente, al llegar a la madurez en un período entre los 80 y los 120 días; y requiere poco riego. Por si fuera poco, además es un filtro natural de los rayos UV y UVB; combate la humedad, es antibacteriano; aisla más que el algodón...

El único inconveniente, cuando lo hay, es que al tratarse de una fibra considerablemente recia, requiere un proceso de extracción que, si bien se puede hacer de forma orgánica, sin embargo, cada vez se recurre con mayor asiduidad a los químicos –aunque afortunadamente no es un proceso tan nocivo como en el caso del bambú, ya que la planta se descompone con mayor facilidad–.

Hasta aquí las fibras naturales de origen vegetal más importantes. Os habíamos prometido en la entrada anterior correspondiente a esta serie (Guía rápida de fibras textiles) que os íbamos a hablar del Lyocell, pero os pedimos disculpas porque –aunque por supuesto trataremos de él en su momento– lo vamos a aplazar para más adelante, cuando lleguemos al capítulo de las fibras químicas. Preferimos seguir un orden lógico, en función del origen de las mismas, y continuar con fibras naturales, esta vez procedentes del reino animal. Así que estrenamos la sub-sección con la lana.

FIBRAS ANIMALES



Pocas cosas os podemos contar de la *lana* que no sepáis ya... Es el tejido proveniente del pelo no sólo de ovejas sino de cabras también –que producen variantes como el mohair o el cashmere, del que os hablaremos más adelante– y que tiene como principal característica su excelente capacidad aislante: abriga!. Posee además una cierta elasticidad. Su calidad viene dada en función de la raza de la oveja y de hecho, la más apreciada es la merina.

El mayor inconveniente es que no reacciona bien a temperaturas elevadas: se encoje al lavarse con agua caliente, sus fibras se acortan.

El 80% de la lana procede de Australia, Nueva Zelanda, Sudáfrica y Uruguay. La buena noticia es que cada vez más se utilizan pesticidas no tóxicos y biodegradables en su producción, para proteger a los animales y mejorar el entorno.

En nuestra próxima entrega, cuarta ya, de esta guía, os hablaremos (seguro!) del cashmere y la alpaca.