jueves, 7 de abril de 2011

Guía rápida de las fibras textiles (IX)



El *poliéster* como ocurre con todas las fibras sintéticas es un derivado de fuentes no renovables, en este caso del petróleo o del gas natural. Además consume una gran cantidad de agua para el proceso de enfriamiento que requiere su producción ...y no es biodegradable, tres factores que en principio lo hacen totalmente insostenible. Desarrollado en 1941 por ICI (Imperial Chemical Industries), es muy utilizado por su resistencia y su inarrugabilidad, y puede imitar muy bien la piel, resultando bastante más económico. Con relativa frecuencia aparece mezclado con otras fibras como el algodón o la lana, por ejemplo, para mejorar tacto, reducir arrugas, acortar el tiempo de secado... si bien se crea el problema del pilling o las anti-estéticas bolitas. Hoy por hoy es raro no encontrarlo en la composición de casi cualquier prenda de las que llevamos habitualmente: mirad las etiquetas!

Sin embargo, el poliéster, cuando no se mezcla con otras fibras, es posible fundirlo y reciclarlo –afortunadamente, está muy de actualidad aunque aún, al menos en nuestro país, es difícil de encontrar–. Incluso es posible fabricarlo a partir de otros materiales reciclados como las botellas de plástico PET (dando lugar al R-Pet). Solamente en estos casos –generalmente aparecerá indicado en la etiqueta– el poliéster se puede considerar una fibra sostenible y respetuosa con el medio ambiente.

Foto: www.mothercare.es

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