lunes, 28 de marzo de 2011

Guía rápida de las fibras textiles (VIII)

FIBRAS SINTÉTICAS

Comienzamos hoy con las fibras sintéticas, es decir, las fibras químicas que no proceden de la celulosa. Se originan después de la I Guerra Mundial, cuando  EE.UU. toma el relevo a Alemania por lo que a la investigación en industria química se refiere. Como denominador común, dos características fundamentales: se fabrican a partir de recursos no renovables (petróleo) y no son biodegradables. Es decir, a rasgos generales, podemos decir que, salvo matizaciones que veremos más adelante, son, desde el punto de vista ambiental, insostenibles.

















El *nailon* es la primera de todas las sintéticas en ser desarrollada, pertenece al grupo de las poliamidas. Fue patentada por Du Pont a la muerte de su descubridor Wallace Hume Carothers. A raiz de la prohibición de envíos de seda desde Japón, durante la II Guerra Mundial es cuando el nailon tiene su momento de auge y se le buscan nuevas aplicaciones: paracaídas, tiendas de uso militar, lencería, calcetería... –supuso toda una revolución en el mercado de las medias, allá por 1940–. Es una fibra resistente y ligera, si bien como todas las de este grupo no permite la transpiración, a diferencia de las fibras naturales. Se funde fácilmente si es sometida a altas temperaturas. Pero no todo son desventajas: al ser lisa propicia que la suciedad no se adhiera fácilmente; no es atacada por la polilla; y su absorbencia es bajísima por lo que se seca con suma rapidez y no necesita plancha. Esta baja absorbencia, hace que también –y al igual que todas las fibras sintéticas– sea difícil de teñir, ya que en principio todas ellas son blancas. El color es, por tanto, un ingrediente que se añade a la sustancia base, durante el proceso de producción, lo que hace que sea un tejido poco adaptable a nuevas tendencias, pero por otro lado, su color resulte muy sólido, no destiñe.
















El *acrílico* fue desarrollado por Du Pont. Es la fibra que guarda más semejanza con la lana, siendo incluso más suave, ligera, fácil de cuidar e hipoalergénica (es utilizada habitualmente en prendas de bebé). Es resistente tanto a polillas como a hongos. Los inconvenientes, aparte de ser un derivado del petróleo no biodegradable, como ya hemos señalado, es su tendencia a formar “bolitas” (frisas) y la dificultad que ofrece a la transpiración.

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